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jueves, 22 de septiembre de 2011

La Biblia y el Aborto


Disertación del Pastor Luis E. Llanes en el
Primer Encuentro Interdisciplinario sobre el aborto.
Puerto Madryn, Prov. del Chubut, Rep. Argentina.
28 de Septiembre del 2007

Dos definiciones del término “vida”:

Según el Diccionario de la Lengua Española: “vida es el resultado del juego de los órganos, que concurre al desarrollo y conservación del sujeto. El lapso que transcurre desde el nacimiento hasta la muerte del sujeto.
¨
¿Qué entiendo yo sobre lo que es “vida” desde el punto de vista físico?: “Es la fuerza o energía misteriosa capaz de poner en funcionamiento al ser y a la vez lo capacita: primero, para perpetuarse dadas las condiciones aparentes; segundo, para mantener una relación o vínculo ya consciente como en el caso del ser humano o inconsciente como con las plantas y animales. Digo misteriosa, porque para los científicos es un misterio no develado hasta este momento, aún cuando han tratado, en laboratorio producirla espontáneamente.

Diferentes tipos de vidas:


a) La vida vegetal
b) La vida animal
c) La vida humana
d) La vida espiritual.

Todo contiene el elemento de la vida, sin embargo puedo concluir en que hay diferentes calidades y cualidades de vida. En cuanto a la vida vegetal y la vida animal, aunque son necesarias e importantes, cuando las comparamos con la vida humana notamos una diferencia profunda de carácter cualitativo y cuantitativo. El ser humano está dotado con atributos personales de los cuales no están dotados los animales y vegetales, y que lo diferencia marcadamente de éstos. La vida espiritual es superior a todas, pero por ser este tema altamente controversial no la trataremos ahora.

Sin embargo, en todas las áreas, notamos otra fuerza que le es inherente a todos los seres vivos, esa fuerza se llama la fuerza de la subsistencia o conservacionista.


a) La fuerza de la subsistencia o conservación:
-- En los animales, le llamamos instinto puesto que el instinto no es regulado por la razón ni la voluntad.
-- En los seres racionales, le llamamos tendencia, ya que esta si puede ser regulada y orientada por la razón y la voluntad del hombre.
-- Esta fuerza que tiende a cumplir el mismo rol en unos y en otros es la autopreservación y perpetuidad de la vida.


Entre los seres inferiores, esta lucha se torna irracional. Los más débiles son víctimas de los más fuertes. Sin embargo, en la lucha por la subsistencia y continuidad de la vida notamos que la gran mayoría de las especies animales cuidan y valoran la supervivencia de sus congéneres. Por allí vemos la tigresa que, a pesar de toda su fiereza, cuando procrea, todo el sentimiento maternal surge prodigando cuidado, abrigo y alimento a esos seres que salieron de sus entrañas. Ante el peligro de depredadores son capaces de dar sus propia vida en defensa de sus cachorros. Lo mismo vemos con los simios, las aves y en casi todo el reino animal. En el reino animal, con todo lo feroz que a veces se nos revela, se ha desarrollado esa fuerza interna que lleva a sus integrantes a conservar la vida de aquellos que la han de perpetuar su especie.


Entre los seres racionales (el hombre), lamentablemente se aprecian manifestaciones irracionales en esta lucha por subsistir, con peores efectos devastadores. Movidos por la avaricia, el egoísmo, intereses personales, lucro, etc, los seres humanos son capaces de atentar contra la vida de otros, desvalorizando y menoscabando la calidad de humano de la cual está revestido cada hombre, cada mujer que viene a este mundo.

Defensores de la vida.

Muchas personas todavía no tienen conciencia de los estragos que causa el hombre cuando, de una forma irracional, mal utiliza esa fuerza dada por Dios, para su propio perjuicio. Por esta causa, en defensa la vida, de cualquier índole que sea, cuando se atenta irracionalmente contra ella, es necesario levantar la voz de repudio y desaprobación. Por esta causa, se han creado organizaciones, ya civiles, ya gubernamentales que tratan de detener el abuso indiscriminado y dar orientación correcta para que el hombre no destruya el medio, se autodestruya y pueda , a la vez, perpetuarse correctamente sobra la tierra.

Luchamos contra la deforestación irracional, porque atenta contra la vida de miles de especies y por consiguiente la del hombre también. Toda la cadena ecológica se ve afectada,incidiendo esto en alteraciones climatológicas, proliferación de enfermedades, etc. La pesca indiscriminada tiende a aniquilar especies marinas tales como las ballenas. Se impone tiempo de veda a algunas especies comestibles para dar oportunidad a su recuperación cuantitativa.


La Declaración Universal de los Derechos humanos fue creada y aprobada para mejorar la calidad del vivir del hombre. De esta forma se garantiza la vida normal y pacífica del hombre. La UNICEF fue creada para defender los derechos del niño. Tender una cobertura sobre ellos, que como criaturas indefensas, tengan a su lado padres y madres responsables que con conciencia puedan ayudar a ese niño en su desarrollo normal a través de la vida..

En medio de la lucha en defensa por la vida, es necesario levantar la voz, de una forma organizada y sistemática contra lo que podemos llamarle la depredación, no de plantas y animales, sino de criaturas inocentes, en su estado de desarrollo y todavía en el seno materno, de parte de padres o madres irresponsables e inescrupulosos que le arrancan la vida para liberarse de una responsabilidad o una carga, que ahora, no pueden sobrellevar. Como la idea que se ha implantado es que la criatura en su estado fetal no es una persona todavía, atentan indiscriminadamente contra la impotencia en estado de formación.


Es necesario que este concepto erróneo sea revertido. Lo que se destruye en un ser vivo, en capacidad y proceso de desarrollo y no es un pedazo de carne inerte. Es una criatura en proceso para nacer al mundo exterior, como lo es un niño nacido, en proceso de crecimiento y madurez, para su vida de mayor. La pre-natalidad no es más que la primera etapa de la vida humana. Sin ella, no hay futuro humano.


Está hartamente comprobado científicamente que, desde el mismo momento que el espermatozoide fecunda al óvulo, comienza un proceso vertiginoso por la subsistencia de su vida primigenia. La fuerza de la subsistencia impele al embrión a acomodarse en la matriz para seguir su curso y desarrollo normal dentro del seno materno como primera etapa de su vida, y para proseguir su curso al nacer al mundo exterior.


Se ha comprobado científicamente y se ha filmado el proceso de aborto, y es escalofriante lo que sucede con ese ser. Cómo el feto es destruido y sacado pedazo a pedazo. Cómo lucha esa criaturita por deshacerse de sus depredadores. ¿O crees que no sufre? ¿Qué no siente dolor? ¿Por qué reacciona ante los cuerpos extraños cuando comienzan a trabajar en ese proceso macabro y hartamente diabólico?
¡Madre es tu hijo el que sufre, y el que a gritos mudos te dice: ¡No me mates mamá, déjame vivir, dame una oportunidad de amarte y acariciar y besar tu cara! ¡Cuídame mamá, que ya sabré recompensar cualquier sacrificio que te cueste mi crianza, no te voy a defraudar!


Por qué nos oponemos al aborto.


Esto lo podemos enfocar desde muchos puntos de vista, pero solo quiero referirme a tres:
1o. Los efectos sicológicos.
2o. Los efectos físicos.
3o. Los efectos espirituales.

1o. Los efectos sicológicos.

a) Toda mujer embarazada se somete al proceso del aborto con recelo y temor, pero forzada por diferentes circunstancias. Trata de vencer esos temores para desembarazarse. En todo este quehacer, la mujer no obra sola. Busca apoyo de otras personas inescrupulosas que la alientan a hacerlo. Quizás su mismo esposo, amigas que ya tuvieron esa experiencia, los mismos médicos que ejecutan el acto del aborto…. En fin, es toda una cadena influyente para la preparación y la ejecución.


b) En el lapso post-operatorio, comienza a sentir un profundo sentimiento de culpa condenatoria. Durante días, ese pensamiento no se borra. Su mente y su espíritu quedan marcados profundamente. Cuando parece que ya se olvidó todo, aparece delante de ella otra mujer embarazada que le recuerda el acto cometido.

Por la calle, la sonrisa de un niño que la mira tiernamente, y automáticamente relaciona ese niño con lo que pudiera haber sido su hijo. En el colectivo, una mujer con un niño en sus brazos aparece ante ella recordándoles su hijo talado. La vida no alcanza para borrar el hecho y ese pensamiento y carga lo llevará hasta la tumba.

c) Otra reacción es el aborrecimiento a su persona y cuerpo. Se desestima. Y esa actitud la cerca, la limita, y en ocasiones se produce el descuido de su propia persona porque se siente indigna y vil.

d) Afecta su vida sexual. El temor a quedar nuevamente embarazada la inhibe. Llega a sentir repulsión por el sexo. La frigidez comienza a surtir sus efectos implicando esto el defraude de su marido con la consiguiente recriminación por parte de él. Aquí comienza toda una odisea: falta de aceptación, de recepción, de rechazos, incriminaciones y recriminaciones verbales. Ninguno quiere cargar con la culpa y, como una pelota, la responsabilidad pasa de “mano a mano”.

e) Todo lo anterior lleva a un estado de infelicidad y amargura irresistible que en ocasiones, puede llevar a la locura.

f) Estado de aflicción nocturna. En algunos casos, en las madrugadas, cuando despierta, siente una profunda aflicción por el sentimiento de culpa que no la deja ni aún en el sueño.

g) Hay una tendencia de justificar el hecho, resaltando los errores de otros para acallar su mente acusadora de su crimen. Se escuda detrás de los errores o supuestos errores de los demás para “sentirse mejor”, sin embargo ni aún así se escapa de su sentimiento culpable.

2o. 
Efectos físicos:


a) Otra de las consecuencias, especialmente cuando el aborto se realiza por “manos propias” y sin asistencia médica es: desgarros, infecciones genitales, y hasta la muerte.


b) Puede sufrir esterilidad o incapacidad para la fecundación a causa de infecciones fuertes que afectan gravemente sus órganos reproductores.

c) Es susceptible a acudir a fármacos sedantes, drogas alucinógenas que llegan a atarla y volverla adicta. Todo esto tiene sus secuelas: reduce la capacidad de decisión, aumenta la capacidad de sumisión a personas malévolas, que se aprovecha de esa debilidad adquirida para someter a la mujer a actos indecorosos e inmorales y estafarlas.

3o. Efectos espirituales.

a) El problema más grave de todo es el de índole espiritual. Es necesario recalcar que el aborto es un pecado contra una criatura creada a “imagen y semejanza de Dios”, y contra Dios mismo. La Biblia dice que: “”La paga del pecado es muerte”. Aunque no lo creas, Dios te va a pedir cuenta un día de tu acción indiscriminada. Tu propio sentimiento de culpabilidad es una prueba concluyente de que Dios, a través de tu conciencia, está condenando el hecho. Sin embargo, es necesario que sepas también, si ya lo hiciste, que si te arrepientes sinceramente, si le pides perdón a Dios de todo corazón y crees que Jesucristo murió por ti, Él “es fiel y justo para perdonar tus pecados y limpiarte de toda tu maldad”. Solo Jesucristo es la persona capaz de liberarte de tu culpa y traer paz a tu corazón. El te dice: “Ni yo te condeno, vete y no peques más”.

b) La Biblia habla claramente de la intervención divina en el acto de la concepción. Solo algunos versículos, entre decenas, para que te hagas una idea:
-- Dios crea y sustenta la vida del ser aún desde el vientre de su madre (Salmo 71:6; Salmo 139:16).
-- Dios conoce el futuro de las personas, aún cuando éstas están en el seno materno (Génesis 25:23).
--Dios conoce a cada persona desde el vientre de su madre y determina un apropósito con ellos (Isaías 49:1; Jeremías 1:5; Lucas 1:39-45; Gálatas 1:15).

En relación con la misma criatura puedo decir que el aborto es un abuso a la impotencia:

1o. Porque atenta contra la vida de un ser humano impotente e inocente.
2o. Viola el derecho a vivir de un ser en proceso ya de desarrollo.
3o. Abusa de la incapacidad de defensa de de su agresor.
4o. Porque nadie tiene el derecho de arrogarse la autoridad para cortar una vida humana.
5o. Porque esa criatura no tiene que pagar las consecuencias de la irresponsabilidad de su o sus padres que sin pensar en las consecuencias se dispusieron a concebirla.
6o. Nadie tiene derecho a constituirse en árbitro del destino de otros.
8o. Nadie tiene derecho de interferir en los planes de Dios con cada criatura que viene a este mundo y que fueron creadas a Su imagen y semejanza.
9o. El aborto es un crimen, no solo de la portadora de la criatura, sino también de aquellos que se prestan para hacerlo una realidad.
10o. Creo que, los legisladores que crean leyes para aprobar el aborto son tan culpables como aquellos que los cometen.


¿Cómo ayudar a personas antes y después del aborto?

a) Antes:

1. La mujer debe asumir su responsabilidad en la concepción y afrontar la situación con la misma decisión que cuando cometió su error.
2. La mujer debe ser franca con sus padres y revelarles su nueva situación y pedir la ayuda y apoyo que necesita.
3. Los padres deben comprenderla y aceptarla. Mostrarle la disposición de ayudarla, apoyarla en todo el proceso de su embarazo.
4. Hablar con el hombre con quien cometió su error para tratar de las posibilidades de arreglar el matrimonio lo más rápido posible. 
En el caso de que sea negativo por alguna razón mayor, los padres de la mujer deben hacerse cargo de la nueva criatura, viendo en el nuevo miembro de la familia una bendición y no una maldición.
5. La Iglesia pude ayudar sustancialmente en estos casos, brindando cobertura y apoyo espiritual conduciéndola a una experiencia de salvación en su vida.
6. Evitar todo espíritu recriminatorio, hablarle del amor de Dios. De la bendición de la maternidad. Inspirarle confianza en el futuro.
7. Si falla todo, es preferible es regalarlo a personas que estén interesados en la crianza de un niño y no matarlo. De dos males, el de menor riesgo y responsabilidad. Pero esto debe hacerse legalmente, ante jueces que darán la legalidad debida al traspaso de paternidad. ES PREFERIBLE QUE LO REGALES A QUE LO MATES.

b) Después:

En medio de una situación semejante, no hay solución para la vida perdida, pero sí para la vida de la madre. En ese estado en que se encuentra es necesario que haya alguien que le muestre al amor de Dios. Le haga entender que Dios perdona, ayuda, cambia y rectifica el camino del hombre. El perdón de Dios es la solución. Solo el Evangelio, con toda su capacidad regeneradora y llegando al corazón sinceramente arrepentido, puede liberar del complejo de culpa y brindarle una nueva oportunidad al pecador arrepentido. JESUCRISTO ES LA SOLUCIÓN, no hay otra.

Cinco casos que necesitan respuestas (copiado de Internet).

1. El padre es asmático, la madre es tuberculosa, tienen 4 hijos, el 1ro. es ciego, el 2do. Sordo, el 3ro muerto, el 4to. Tuberculosis, la madre esta embarazada de nuevo. ¿Le recomendarías el aborto?
2. Un hombre blanco viola a una chica negra de 13 años y la deja embarazada. Si fueras su padre. ¿Le recomendarías el aborto?
3. Una señora está embarazada, ya tiene muchos hijos, dos de ellos murieron, su esposo está en la guerra, y a ella le queda poco tiempo de vida. ¿Le recomendarías el aborto?
4. Un ministro y su esposa confrontan graves problemas económicos muy fuerte, ya tienen 14 hijos. Son realmente muy pobres. Considerando su extrema indigencia. ¿Le recomendarías el aborto?
5. Una joven esta embarazada. No esta casada y su prometido no es el papá. ¿Qué le recomendarías: el aborto?


Si dices SÍ, mira lo que hubiera pasado, no hubieran nacido:

Bethoven.
Ethel Walters, famosa cantante norteamericana
Juan Pablo II.
Juan Wesley
Jesucristo.


Por último, un testimonio:

Cuando mi esposa quedó embarazada de nuestro último hijo (Pablo), se le presentó un problema sobre lo cual los médicos diagnosticaron que si el niño nacía, ella tenía altas posibilidades de riesgo de muerte. Los médicos le recomendaron el aborto aunque la criatura se perdiera. Ella era joven y podía tener más hijos posteriormente, acotaron. Cuando mi esposa lo oyó, ella le contestó: Yo no voy a matar a mi hijo aunque en eso me vaya la vida. El médico, violentamente tiró lo que tenía en la mano y espetó lo siguiente expresión: ¡QUE SE JODA(1), QUE PARA!, y dando una vuelta, se fue.

Mi esposa me comunicó lo que pasaba y oramos. Decidimos, de mutuo acuerdo, apostar por la vida de los dos: ella y el niño. Dios recompensó nuestra fe y confianza: PARA GLORIA DE DIOS, NACIÓ PABLO BUENO Y SANO, Y MI ESPOSA SALIÓ BIEN DEL PARTO.

Yo me pregunto, ¿qué hubiera pasado si accedemos a las demandas del médico? Nos hubiéramos privados de tener a nuestro hijo quien ha sido para nosotros, al igual que los otros tres, una bendición de Dios.

Por eso proclamamos y aconsejamos:

¡SÍ A LA VIDA; NO A LA MUERTE!



(1) Esta palabra no tiene connotación grosera en el medio donde se empleó durante la disertación. No es considerada allí una mala palabra.